Melilla/Madrid, 4 de junio de 2020.
Médicos del Mundo, Save the Children, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), la Red Migrantes con Derechos y la Asociación Geum Dodou Melilla denuncian ante el Defensor del Pueblo la situación que personas migrantes, solicitantes de asilo, menores y jóvenes extutelados están viviendo durante el estado de alarma.
Concretamente, ponen el foco en los espacios ofrecidos -el recinto El V Pino, la plaza de toros, la mezquita del cementerio musulmán y el fuerte de Rostrogordo- para albergar a cientos de personas en especial situación de vulnerabilidad, que vivían en la calle, que han llegado a España durante estos meses de estado de alarma o que han sido trasladados de centros de acogida saturados como el CETI.
Espacios como el recinto de El V Pino, el único de los centros que desde el pasado 31 de mayo ha cerrado sus puertas, ha albergado a unos 200 hombres y a una mujer, sin ventilación ni climatización. Con las lluvias de abril y mayo, las carpas se llenaron de goteras que caían directamente en las literas. Especialmente destacable era la situación de los aseos: tres váteres y una ducha en mal estado para unas 200 personas. Frente a estas malas condiciones, muchas de ellas preferían orinar en botellas. Además, las camas, tipo literas, carecían de colchón, sábanas o almohadas.
Tampoco había servicio de lavandería, las personas referían escasez de comida y agua –1,5l por persona y día antes de ramadán- y no había conexión a internet o teléfono para comunicarse con el exterior. Preocupaba especialmente la atención sanitaria, ya que los equipos médicos no acudían con regularidad.
En la Plaza de Toros de Melilla, otros de las zonas habilitadas, la situación es similar a día de hoy: acoge a más de 400 personas a quienes se les ha negado la salida a la calle incluso en fase 1 y no hay espacio de cuarentena para las recién llegadas.
En ambos recintos, los problemas derivados de los trámites administrativos han hecho que las personas que tenían pendiente regularizar sus situaciones de residencia o acogida se hayan visto afectadas por la poca flexibilidad gubernamental durante la emergencia. La Policía incluso obligó a muchos residentes a entregar sus pasaportes en el momento de confinarse en la plaza de toros.
En el V Pino había jóvenes que estuvieron más de un año tutelados por la ciudad autónoma y, debido al estado de alarma, no se han tramitado sus residencias, quedándose en la más absoluta irregularidad y susceptibles de que se les incoe un procedimiento de expulsión.
ENTIDADES PARTICIPANTES:
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