Violaciones de derechos humanos en la frontera que ve la Iglesia

En el marco de la Campaña #DevolucionesSumariasNo queremos seguir ofreciendo un espacio de reflexión sobre la situación en la Frontera, por eso os compartimos el reciente artículo de  Josep Buades Fuster, sj  Director de Asociación Claver y miembro de la Comisión de Incidencia Política de la Red Migrantes con Derechos.

 

Buenas preguntas para responder

 

¿Qué le importa a la Iglesia cómo se ejecute la devolución a Marruecos de personas migrantes que intentan entrar en Melilla o en Ceuta saltando la valla, ganando la costa a nado o a bordo de cualquier tipo de embarcación? ¿No se trata de proteger nuestras fronteras y de impedir la inmigración ilegal, sabiendo que hay oficinas de asilo en los puestos fronterizos donde pedir protección internacional quienes lo necesitan de verdad? ¿Por qué se mete la Iglesia en estos asuntos, que quedan lejos de su misión espiritual de predicar el Evangelio?

 

Son buenas preguntas que muchas personas se plantean, católicas y no católicas, creyentes y no creyentes.

De acuerdo con la Doctrina Social de la Iglesia, es legítimo que un Estado proteja sus fronteras reconocidas internacionalmente, que establezca una política migratoria que defina las condiciones y los procedimientos para entrar en el país, los lugares por donde hacerlo.

 

También es legítimo que el Derecho prevea una sanción para quien se salte esos procedimientos… salvo que se le reconozca el derecho a recibir protección internacional o se violen de forma flagrante los Derechos Humanos que todo Estado debe respetar. Podríamos seguir el hilo de esta argumentación, pero necesitamos hacer un alto para aterrizar en lo concreto, en lo palpable.

 

 

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